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Monday, 14 November 2016

¿Era la escritura jeroglífica una escritura mitológica y metafórica? Un ejemplo de escritura enigmática egipcia del Libro de Nut

Para muchos, casi 200 años después del genial desciframiento de la escritura jeroglífica por Jean-François Champollion, este sistema de escritura es todavía considerado misterioso, una serie de signos que ocultan verdades universales sólo accesibles a unos pocos iniciados. Mientras que cualquiera que haya estudiado, aunque sea de forma introductoria, lengua egipcia antigua sabe que la escritura jeroglífica no es más que un sistema de escritura para poner por escrito una lengua, ¿de dónde procede esta visión de la escritura jeroglífica? Y lo que es más importante, ¿hay algo de cierto en ella? 

Imagen de la diosa Nut a punto de ingerir el disco solar alado, en el techo de la sala hipóstila del templo de Dendera. Tras el abandono del templo numerosos incendios cubrieron de hollín el techo del templo, que ha sido limpiado y conservado en estos últimos años. Un ejemplo de las condiciones en las que estaba se puede ver en el rectángulo dejado sin limpiar en esta imagen, en el que apenas se distingue a una deidad sobre una barca, como las otras que le siguen [Fuente: (c) Mikhail Kokhanchikov]


Esta visión de la escritura jeroglífica existió en Europa desde la Edad Media, y especialmente el Renacimiento, en que muchas obras del pasado grecorromano se redescubrieron, poniendo ‘de moda’ ciertos aspectos del Egipto antiguo, entre ellos los enigmáticos jeroglíficos. Entre estas obras se encontraba la llamada Hieroglyphika (“Jeroglíficos”) de Horapollo, hallada en 1419 en la isla griega de Andros por el viajero florentino Cristóforo Buondelmonti. El manuscrito llegó a Florencia en 1422, y fue impreso en griego por primera vez en 1505 por la imprenta de Aldo en Venecia, y traducido al latín y publicado en 1515. Esto hizo que el estudio de los jeroglíficos y la concepción de los mismos reflejada en este libro se popularizase, hasta el punto de que durante el Renacimiento se comenzaron a crear inscripciones jeroglíficas ficticias para decorar monumentos. En la introducción de Hieroglyphika se indica que la obra fue escrita en lengua egipcia originalmente por Horapollo de Nilópolis, probablemente un sacerdote egipcio del s. V d. C. La obra consta de dos libros, de 70 y 119 capítulos, cada uno de los cuales trata sobre un signo, proporcionando una interpretación alegórica del mismo. Pese a que un importante número de los significados que proporciona son correctos, la forma en que estos significados son derivados, siempre de forma alegórica según Horapollo, no es correcta según nuestro conocimiento actual del sistema jeroglífico. 

Los autores griegos, ya desde Heródoto, se interesaron por la escritura jeroglífica, pero ninguno de ellos profundizó realmente en su estudio (algo que no ha de sorprendernos, ya que en la segunda mitad del primer milenio a. C., y especialmente durante el periodo grecorromano, sólo un grupo selecto de sacerdotes egipcios dominaba esta escritura). Las descripciones que encontramos en estos autores, con distinto grado de detalle, no entran, no obstante, en demasiados detalles. Una barrera que no pudieron cruzar fue la estrecha vinculación que existe entre la escritura jeroglífica y la lengua egipcia, por lo que sin un conocimiento de la segunda es imposible entender el funcionamiento de la primera. Su carácter iconográfico llevó invariablemente a la conclusión de que se trataba de símbolos, cada uno de ellos con un valor alegórico y no fonético. Existen algunas excepciones, y en el Filebo de Platón, cuando describe la creación de las “letras” (γράμματα) por Thoth, se habla de elementos fonéticos. Clemente de Alejandría, en el s. II d. C., sugiere también la existencia de signos fonéticos, pero habla también sobre el valor mitológico y metafórico de los jeroglíficos, como lo había hecho Plutarco en su De Isis y Osiris

Edición de la obra Hieroglyphika de Horapollo con el texto en griego y latín, impresa en Roma en 1599 bajo el título de Hori Apollinis selecta hieroglyphica. Imagines vero cum priuilegio. Actualmente se conserva en la biblioteca del Museo de Brooklyn [Fuente: https://www.brooklynmuseum.org/opencollection/archives/image/39851]


¿Vinieron todas estas ideas, perpetuadas en Europa hasta el desciframiento de Champollion, de una concepción errónea de la escritura jeroglífica por parte de los autores grecorromanos? Es importante, cuando utilizamos fuentes grecolatinas para entender el Egipto antiguo, que las estudiemos dentro de su contexto, y del contexto del Egipto del periodo en el que fueron escritas. En numerosos artículos podemos encontrar un uso irreflexivo de fuentes como Heródoto y Diodoro para tratar aspectos del Egipto de, por ejemplo, el Reino Antiguo, sin atender a que el primero escribió durante el s. V a. C., y por tanto el Egipto que conoció fue el de ese periodo, y lo mismo ocurre con Diodoro, que además de utilizar los datos de Heródoto, incorpora elementos propios de su época, el s. I a. C. Así pues, si desconocemos cuál era la concepción que existía en Egipto de su propia historia en ese momento (y para esto tenemos que acudir a las fuentes demóticas), o de la escritura jeroglífica, como es el caso que nos ocupa, difícilmente podremos evaluar la veracidad de lo que dicen estos autores, y los tacharemos simplemente de inventar cosas, o de haber sido engañados por los sacerdotes egipcios. Un buen historiador no puede aceptar un análisis tan simplista [espero volver sobre este tema en futuros artículos aquí, si os resulta interesante].

Volviendo a la escritura jeroglífica, lo cierto es que la descripción de la misma por parte de estos autores griegos como metafórica y mitológica en realidad refleja una forma particular de la escritura jeroglífica que se desarrolló ya en el Reino Antiguo, pero que tuvo su primer auge en el Reino Nuevo, y sobre todo durante la Época Tardía, y el Periodo Grecorromano, durante el que alcanzó cotas altísimas de complejidad. Esta forma de la escritura jeroglífica ha sido catalogada como “criptografía”, y consistía en la obtención de nuevos valores para los signos basados en distintas técnicas, como la selección en signos que representan varios fonemas de únicamente uno de ellos, generalmente el primero (acrofonía), o la sustitución de un signo común por otro que representa otra versión del mismo objeto, por otro vinculado a él por algún motivo mitológico, o por otro cuyo valor fonético es el mismo. También se recurrió a la fusión de varios signos para componer otros nuevos combinando sus valores. Así pues, un texto podía contener varias interpretaciones al mismo tiempo. Esto, que parece complicado, quedará más claro si vemos un bonito ejemplo procedente del llamado Libro de Nut, un tratado cosmográfico sobre el movimiento del sol, la luna, y otros cuerpos celestes, desde una perspectiva mitológica. Este texto aparece por primera vez en el Osireion de Abydos de Seti I, por tanto en el Reino Nuevo, y fue copiado parcialmente en la tumba de Ramsés IV en el Valle de los Reyes. Conservamos copias del texto también en papiros hieráticos y demóticos de época romana. La datación original de la composición ha sido objeto de debate, y mientras que algunos consideran que se puede remontar al Reino Antiguo, otros indican que no puede ser anterior al Reino Medio. 

Representación del Libro de Nut en el techo de la cámara funeraria de la tumba de Ramsés IV, en el Valle de los Reyes. Las columnas de texto se encuentran bajo el cuerpo arqueado de la diosa, que tiene un sol alado (parte superior) frente a su boca, a punto de ingerirlo [Fuente: Getty Images, fotógrafo: Sandro Vanini]


Pero antes un poco de mitología. Nut era la diosa egipcia del cielo, representada generalmente como una mujer arqueada sobre la tierra, con su cuerpo cubierto de estrellas. Es una de las diosas más antiguas del panteón egipcio, y aparece ya en los Textos de las Pirámides incorporada a la Enéada Heliopolitana. En ella su papel principal es como madre de Osiris, Isis, Seth, y Nefthys. En asociación a este papel de madre aparece descrita en los Textos de las Pirámides como una gran vaca celeste, que amamanta al rey, representación que perdurará hasta la época grecorromana, como podemos ver en el templo de Dendera, en que es asociada a la diosa Hathor. Como madre, ejerce la protección de sus hijos, y en particular de su hijo Osiris cuando éste fue atacado por Seth. En el encantamiento 427 de los Textos de las Pirámides leemos una recitación para que Nut proteja a su hijo Osiris, en este caso encarnado en el rey, y lo coloque en su cuerpo como estrella imperecedera. Esta idea de entrar en el cuerpo de la diosa Nut aparece también en la teología solar, en la que el sol es tragado por la diosa Nut al atardecer, y renace cada amanecer del cuerpo de la diosa. La combinación de estas dos ideas, osiríaca y solar, que ocurrió principalmente durante el Reino Nuevo, dio lugar a la imagen de la diosa Nut como cerda que devora a sus lechones, que podemos ver en algunos amuletos. Los egipcios se dieron cuenta de que en situaciones de peligro, las madres podían devorar sus propios lechones, y asociaron este comportamiento a la teología de la diosa Nut. 

Este amuleto de fayenza muestra a una cerda con cuatro cerditos mamando. En el texto jeroglífico que aparece en la base, podemos leer: "Palabras dichas por la gran Nut, madre del dios. (Ella) dice: Yo soy ...". Así pues, la figura aparece claramente identificada como la diosa Nut. [Fuente: no he podido encontrar ningún dato sobre la actual localización de este amuleto, la imagen la he tomado de Pinterest. Por favor, si alguien identifica algo más al respecto, pido me lo indique en un comentario. ¡Gracias!]

Esto nos ayuda a comprender una de las frases que aparecen en el Libro de Nut. El texto jeroglífico es el siguiente:



En él vemos la partícula i͗w seguida de un cerdo (signo E12 de Gardiner), el buitre (signo G14), y una estrella seguida del trazo ideográfico (signo N14+Z1). ¿Cómo hemos de interpretar esta frase? Los que sepáis lengua egipcia os habréis dado cuenta de que se trata de un texto peculiar. En este caso, hemos de acudir al valor fonético del signo del cerdo, šꜣi͗, y del buitre, mw.t, y tomar de cada uno de ellos el primer fonema, con lo que tenemos šm, el verbo “ir”. La estrella ha de leerse según su valor normal, sbꜣ, “estrella”. Así pues, la frase se traduce como “una estrella va”. 

¿Es esto todo lo que podemos leer en esta frase? No, los escribas que compusieron el texto escogieron los signos de forma muy precisa. Existen muchos otros signos que contienen los fonemas š y m, y el signo del cerdo no es excesivamente común. Tengamos en cuenta que el contexto de la frase es una composición que trata sobre la concepción egipcia del firmamento, que aparece inscrita en algunas de sus atestiguaciones junto a la gran figura de la diosa Nut arqueada sobre el cielo. La selección de los signos no es casual, sino que en paralelo al significado del texto a partir de la lectura fonética del mismo, nos ofrece otro nivel de significado, en este caso visual (o metafórico y mitológico, como decían los autores griegos), en el que tenemos el signo del cerdo, y el buitre, cuyo significado es “madre”. Así pues, tenemos aquí una alusión a Nut como madre en forma de cerda, que devora sus lechones, en este caso las estrellas. 

En conclusión, cuando analizamos lo que los autores grecolatinos nos dicen sobre la escritura jeroglífica, o lo que Horapollo describe en su Hieroglyphika, hemos de tener en cuenta que en época romana la escritura jeroglífica había quedado limitada únicamente al ámbito de los templos, y era conocida por un porcentaje muy reducido del sacerdocio egipcio, que empleaba el demótico como escritura normal para documentos, textos literarios, e incluso composiciones funerarias y religiosas en época romana, y el hierático (que debe su nombre a que era una escritura en este momento únicamente sacerdotal, limitada a textos religiosos y funerarios). Las inscripciones de los templos egipcios de época grecorromana (los que se suelen visitar en los viajes a Egipto: Edfu, Dendera, Esna, Philae, entre otros) están escritas en lo que llamamos “jeroglíficos ptolemaicos”, que siguen los principios de la escritura “criptográfica” o “enigmática” que he explicado arriba. Así pues, no resulta sorprendente que los viajeros griegos y romanos, pero también autores como Horapollo, describiesen la escritura jeroglífica como mitológica y metafórica, ya que, de algún modo, lo era. 

Para saber más: 

DARNELL, J. C. (2004): The Enigmatic Netherworld Books of the Solar-Osirian Unity. Cryptographic Compositions in the Tombs of Tutankhamen, Ramesses VI and Ramesses IX, Friburgo: Academic Press Fribourg. Vandenhoeck & Ruprecht Göttingen.

HORNUNG, E. (2001): The Secret Lore of Egypt. Its Impact on the West, Ithaca y Londres: Cornell University Press.

IVERSEN, E. (1961): The Myth of Egypt and its Hieroglyphs in European Tradition, Princeton: Princeton University Press.

Wednesday, 3 February 2016

Rastreando el Libro de los Muertos

Hoy estoy dedicando la mañana a seguir con mi investigación papirológica, y aprovecho para dejaros una pequeña nota sobre el trabajo que estoy haciendo, e información que os pueda resultar útil en vuestras propias investigaciones y, por qué no, simplemente para disfrutar de verdaderas obras de arte del Egipto antiguo. Me explico: esta mañana estoy tratando de encontrar más fragmentos de un papiro del Libro de los Muertos que estoy estudiando, con el objetivo de aclarar su historia moderna, desde el presente hasta su descubrimiento. Muchas veces, cuando trabajamos con papiros conservados en museos, conocer su origen en Egipto es una tarea muy complicada, ya que en la mayoría de los casos salieron del país en el s. XIX a través de marchantes de antigüedades, que tenían sus propias formas de obtención de las piezas, y que generalmente nunca revelaban. Podéis ver un ejemplo en el siguiente documental sobre el papiro del Libro de los Muertos de Ani: 


En muchos casos, como aparece el documental, los rollos de papiro, incluso aquéllos que fueron hallados completos, fueron cortados para ser vendidos a distintos compradores y, de ese modo, obtener más dinero. Así pues, el investigador moderno ha de rastrear fragmentos en distintos museos, lo que hace que la investigación egiptológica implique tener que viajar a distintos países para ver distintas colecciones. Como sabéis por artículos anteriores en este blog (Entre Papiros y Museos), el pasado verano mis investigaciones papirológicas me llevaron hasta Berlín, ya que necesitaba trabajar directamente con varios papiros de la colección de los museos de esta ciudad. 

No obstante, y afortunadamente, hoy en día podemos acceder a las colecciones papirológicas de muchos museos cómodamente desde nuestro escritorio o desde el sofá de nuestra casa. Esto ahorra mucho tiempo (y dinero), y permite preparar por anticipado las visitas en persona a las colecciones, pudiendo ver si las colecciones contienen los textos que queremos estudiar, sin necesidad de desplazarnos a ellas o contactar a los conservadores de las mismas. En el caso del Libro de los Muertos quiero presentaros una base de datos virtual, llamada Das altägyptische Totenbuch, a través de la cual podéis acceder a los papiros del Libro de los Muertos de colecciones de todo el mundo, con fichas que incluyen datos sobre los papiros, las publicaciones de los mismos, así como, en algunos casos, imágenes de los manuscritos. Aquí tenéis la dirección: http://totenbuch.awk.nrw.de. Para ver las imágenes tenéis que registraros en la base de datos, algo que se puede hacer de forma gratuita. 


Me retiro a seguir con mis pesquisas, ¡que disfrutéis de estos paseos papirológicos virtuales! 

Monday, 1 February 2016

Textos curiosos: ¿manos de elefantes?

Como os he comentado, este semestre estoy impartiendo dos asignaturas en la Johns Hopkins University, la segunda parte de la clase de lengua egipcia media que comencé el semestre anterior, en la que terminaremos de ver la gramática de James Allen, y traduciremos varios textos egipcios; y una clase de literatura egipcia antigua centrada en el estudio de la literatura demótica, probablemente la menos conocida no solo entre el gran público, sino también entre los egiptólogos no especialistas en demótico. Para impartir estas clases, cada semana preparo distintos materiales, como resúmenes y tablas gramaticales, actividades, etc. Durante la preparación de los materiales para esta semana en la clase de lengua, en la que veremos una forma verbal conocida como estativo, encontré una frase curiosa que quiero compartir con vosotros:

SETHE, K., Urkunden der 18. Dynastie (Leipzig: J. C. Hinrichs'sche Buchhandlung, 1907), vol. 3, IV 894.1.


Esta frase forma parte de la autobiografía de un oficial de época de Tutmosis III, llamado Amenemheb. Para quienes estáis interesados en lengua egipcia, la transliteración y traducción de la frase es la siguiente:

jnk Sad dr.t=f jw=f anx(.w) m-bAH Hm=f

"Yo fui aquél que cortó su mano, mientras él estaba vivo en presencia de su Encarnación"

A continuación os explico el análisis de la frase (quienes no estéis interesados en gramática egipcia, podéis pasar al siguiente párrafo): La frase está compuesta por dos partes. La primera es una oración nominal de estructura AB, en la que A es un pronombre independiente de primera persona singular (jnk "yo"), y B está compuesta por un participio perfectivo activo (Sad "aquél que cortó") seguido de un objeto directo con un pronombre sufijo posesivo de tercera persona masculina singular (dr.t=f "su mano"). La segunda parte es una oración subordinada adverbial, introducida por una construcción sujeto-estativo con sujeto pronominal introducido por la partícula jw, y el estativo del verbo anx (anx(.w) "él estaba vivo"). La frase termina con un complemento circunstancial introducido por la preposición compuesta m-bAH "en presencia de" seguida del sustantivo con pronombre sufijo posesivo de tercera persona masculina singular (Hm=f "su Encarnación").

El texto en el que se encuentra la frase, como he indicado arriba, es la autobiografía del oficial Amenemheb. Amenemheb acompañó a Tutmosis III en sus campañas en Oriente Próximo, cuyo relato conocemos a través de estelas de este monarca. En las estelas halladas en Armant y Gebel Barkal Tutmosis se vanagloria de haber matado 120 elefantes. Estos elefantes serían elefantes sirios, una variedad del elefante indio (Elephas maximus). Esta caza, al parecer, no fue siempre una hazaña sencilla, y la vida del rey estuvo en peligro al menos en una ocasión, si nos fiamos de lo que nos cuenta Amenemheb en su autobiografía. En la frase que nos ocupa, Amenemheb nos dice que cortó dr.t=f "su mano". La palabra dr.t en este caso hace referencia a la trompa del elefante, que este animal utiliza del mismo modo que los humanos utilizamos las manos. 

El elefante, tanto el africano como el asiático, no era desconocido para los egipcios antiguos. La isla de Elefantina en egipcio antiguo es llamada Abw, que es el término utilizado para designar a estos animales, así como al marfil procedente de ellos. Aquí tenéis las entradas para estas palabras en el Wörterbuch:

(Wb 1, 7.15-20)

En época prehistórica había elefantes africanos en territorio egipcio, y los vemos representados en paletas cosméticas, cerámica, pinturas rupestres, etc. además de estar atestiguados sus huesos en distintos yacimientos, como en Hierakómpolis, donde aparecen en un contexto ritual. Con el cambio climático que llevó a una mayor aridez del clima, los elefantes migraron hacia el sur. Egipto entró en contacto con el elefante sirio en el Reino Nuevo (Tutmosis I ya menciona campañas de caza como las indicadas anteriormente). Los elefantas formaron parte de los tributos venidos del Próximo Oriente, como podemos ver en las representaciones de la tumba de Rekhmire. Más tarde, tras las campañas de Alejandro Magno, se incorporaron a los ejércitos helenísticos los elefantes indios, entrenados para participar en la guerra (los tanques de la época). Ptolomeo II comenzó a entrenar elefantas africanos para participar en la guerra, capturándolos en el territorio de Meroe y en la costa del Mar Rojo. No obstante, estos elefantes fueron menos efectivos que los indios, y la práctica fue abandonada en reinado de Ptolomeo V.

Dibujo de Nina de Garis Davies del elefante de la tumba de Rekhmire (Fuente: Metropolitan Museum of Art http://www.metmuseum.org/collection/the-collection-online/search/544615)

Referencia:

STÖRK, L., "Elephants" en D. REDFORD (ed.), The Oxford Encyclopedia of Ancient Egypt (Oxford: Oxford University Press, 2001), vol. 1, p. 467.

Friday, 29 January 2016

Curiosidades papirológicas: usos interesantes de los sentidos de la escritura en hierático.

Como sabéis, mi trabajo se centra principalmente en el estudio de textos egipcios antiguos. Además del contenido del texto, un aspecto que el investigador ha de tener en cuenta a la hora de acercarse a un manuscrito egipcio es la propia materialidad del mismo. Cuando estudiamos un papiro o un óstracon, estamos examinando el trabajo puntual de una persona, realizado mediante una serie de elementos materiales, y gracias a unos conocimientos y habilidades. Del mismo modo que nosotros, frente a una hoja en blanco, nos planteamos cuestiones como el tipo de instrumento de escritura que utilizaremos (bolígrafo, lápiz, pluma...), el tipo de formato de página, en función del tipo de texto que vayamos a escribir, el tamaño de la letra, la separación entre líneas, márgenes, y corregimos los errores cuando los cometemos mediante distintos sistemas (borrador, tachón, corrector blanco...), los escribas antiguos, sentados frente a su rollo de papiro, o su óstracon, se planteaban las mismas cuestiones. Muchas de estas decisiones quedaron reflejadas en los manuscritos que han llegado hasta nosotros, y nos permiten conocer más sobre los escribas. Son también elementos importantes a la hora de determinar si distintos fragmentos de papiro con ortografías y signos de formas similares pertenecieron al mismo manuscrito, o si distintas secciones en un mismo manuscrito fueron escritas por una o más de una persona.

Hoy quiero hablaros un poco sobre papiros y escritura hierática. Os traigo una sección del papiro P. Berlin 3022, que contiene la copia de la historia de Sinuhé conocida como B. El papiro data de la XII dinastía (Reino Medio). En esta explicación voy a seguir las indicaciones del Prof. Richard Parkinson en su libro Reading Ancient Egyptian Poetry (2009). 







En la imagen vemos la sección del papiro que comprende de la línea 175 a parte de las líneas 178-192 del texto. El papiro, desde su comienzo hasta la línea 179 (excepto la 178, como veremos), está escrito en columnas verticales. En la sección que aparece en la imagen, no obstante, cambia a líneas horizontales. Esto ocurre en varios papiros, y era un recurso para aprovechar mejor el papiro. No obstante, en este caso el escriba decidió hacer el cambio de dirección en un momento determinado. Si conocéis la historia de Sinuhé (si no, os recomiendo que la leáis, preferentemente en egipcio si podéis hacerlo, y si no en traducción, ya que se trata de una de las obras cumbre de la literatura egipcia antigua), recordaréis el momento en que Sinuhé recibe un decreto del rey Sesostris I para que regrese a Egipto, tras sus años en Retenu (franja siropalestina). La primera columna que aparece en la imagen (siempre de derecha a izquierda) es la 175. En la 177 vemos que el escriba deja la columna a mitad. De ahí pasó a escribir la primera línea horizontal, en rojo, que es el título del decreto del rey: mj.t n wD jny n bAk-jm Hr jn.t=f r km.t "Copia del decreto traído para el servidor (en el sentido de "servidor" en español cuando uno se refiere a sí mismo), sobre su devolución a Egipto". A continuación, ya en tinta negra, la línea 179 arranca en vertical desde el comienzo de la 178, con la titulatura del rey, y a partir de ahí, el escriba continuó copiando el decreto en líneas horizontales a partir de la línea 180. Como indica Parkinson (p. 93): "Este formato imitaba de forma efectiva la disposición de los decretos reales auténticos y marcaba un cambio estilístico en el género, que hubiera sido indicado en la representación oral del texto mediante otros medios." No obstante, esta decisión parece que distrajo al escriba, que comete una serie de errores en estas líneas. En las líneas 175 y 176 vemos como olvidó palabras y las añadió a la izquierda de la columna (marcadas en rectángulos amarillos en la imagen). Otro detalle es que, al escribir la titulatura, que se extiende desde la columna vertical 179 a la línea horizontal 180, cambió el nombre del rey, Sesostris, por Amenemhat (marcado con el rectángulo azul. Amenemhat I era el nombre del padre de Sesostris I, asesinado al comienzo de la historia, pero también del faraón reinante, Amenemhat III, en cuyo reinado se cree que se escribió este papiro).

Y para terminar, una fotografía divertida, en la que me podéis ver con las gafas de aumento para examinar todos los detalles de las fibras de los papiros y los trazos de tinta:


La autora, examinando fragmentos de papiro el pasado verano.


Wednesday, 27 January 2016

Descubriendo los jeroglíficos egipcios... (Artículo en El Blog del Nilo)

Hoy quiero invitaros a que me acompañéis en un viaje al pasado en dos etapas. Una, como es normal en este blog, es el Egipto antiguo, pero la otra es más cercana, 2010 concretamente. En ese año, durante los meses anteriores a mi traslado a Estados Unidos para iniciar mis estudios de doctorado en Baltimore, participé como asesora científica en Egiptología en la organización de las exposiciones Seramón, el enigma de la momia y Tesoros egipcios en Alicante, en el Museo Arqueológico de Alicante (MARQ). Además de asesoramiento en general, diseñé los mapas de la muestra, la línea del tiempo del vídeo introductorio de la exposición, y redacté parte de las fichas del catálogo de la segunda exposición, traduciendo las inscripciones de las piezas expuestas. Como acompañamiento a las exposiciones, el MARQ creó un blog, llamado El Blog del Nilo, en el que anunciar eventos vinculados a las muestras, y proporcionar contenido extra. Dentro de él, me encargué de redactar una serie de artículos sobre lengua egipcia y escritura jeroglífica. El Blog del Nilo todavía existe, y podéis leer los artículos todavía en él, pero he pensado que sería interesante traer asimismo los artículos a mi blog, por si en un futuro El Blog del Nilo desapareciese. Así pues, hoy comenzaremos con una introducción al mundo de los jeroglíficos egipcios:

Descubriendo los jeroglíficos egipcios...


Egipto ha causado fascinación desde tiempos remotos en los pueblos que entraron en contacto con él. Uno de los aspectos de esta civilización que ha hecho verter más ríos de tinta ha sido su peculiar sistema de escritura, la escritura jeroglífica. Ya en la Antigüedad clásica, viajeros como Diodoro de Sicilia hablaron de las “letras” de los antiguos egipcios:
De hecho, fue este autor el primero que se refirió a este sistema de escritura como “sagrado”, de donde procede nuestra denominación “jeroglífico”, del griego hieros, “sagrado”, y glyphein, “grabar”, pues esta escritura había sido dada a los hombres por los dioses, y en tiempos de Diodoro se utilizaba casi exclusivamente en los templos, donde aparecía grabada sobre los muros de piedra. El término “jeroglífico” es además una traducción de la denominación utilizada por los propios egipcios para referirse a su escritura, medu netjer, “palabras divinas”, “palabras del dios”.
El estudio de la lengua y las escrituras egipcias no supone solamente el conocimiento de una lengua antigua y de unos sistemas de escritura que dejaron de utilizarse hace siglos. Supone acercarse directamente al pensamiento egipcio, conocer de las propias palabras de los antiguos su visión del mundo. A través de la escritura jeroglífica, además, podemos ver, literalmente, muchos de los elementos que formaban parte de este mundo, desde los animales conocidos por los egipcios hasta las herramientas utilizadas en la construcción, o en los campos, o los objetos empleados en el culto a los dioses.

A lo largo de las próximas semanas realizaremos un viaje para descubrir distintos aspectos de la lengua y las escrituras egipcias. Conoceremos las características básicas de la lengua que hablaban los antiguos egipcios, y aprenderemos los rudimentos de los sistemas de escritura que se utilizaron para plasmar esta lengua por escrito. Veremos cómo estos sistemas de escritura fueron olvidados progresivamente, tras el fin del Egipto faraónico, y cómo un variopinto grupo de eruditos y estudiosos, a lo largo de diversos siglos, trató de resolver el “misterio de los jeroglíficos”. Habrá tiempo también para los pasatiempos, pues a los egipcios también les gustaban los juegos de palabras, los “crucigramas” y los códigos. Además, aprovechando la magnífica oportunidad que nos brinda el tener las exposiciones “El Enigma de la Momia. El rito funerario en el Antiguo Egipto” y “Objetos Egipcios en Alicante” en el MARQ, leeremos algunas de las inscripciones de los objetos expuestos. ¿Me acompañáis?

Artículo original de Marina Escolano-Poveda, publicado el 20 de mayo de 2010 en El Blog del Nilo: http://www.elblogdelnilo.com/2010/05/20/descubriendo-los-jeroglificos-egipcios/

Wednesday, 13 January 2016

¿Quién teme a la diosa Mut? Un himno ptolemaico en el Templo de Mut en Karnak.

Cuando viajamos por Egipto, visitando monumentos, quedando fascinados por la belleza de sus relieves, por la armonía de sus construcciones, pocas veces disponemos de tiempo para pararnos a leer los textos que llenan sus paredes. Lo bueno de hacer de uno de estos monumentos tu lugar de trabajo, y de una ciudad como Luxor tu lugar de residencia durante unos meses al año, es que dispones de ese tiempo para, una vez superada la admiración por el lugar en conjunto, pararte a ver los pequeños detalles, el ritmo de las inscripciones, los detalles de cada uno de los signos que las componen.

Cada día, al comenzar la jornada de trabajo, esperamos a nuestra mudira ("directora"), la Prof. Betsy Bryan, a la entrada del recinto sagrado de la diosa Mut, construida por Ptolomeo II y Ptolomeo III. Durante esos minutos me gusta acercarme a observar cada signo que compone los textos inscritos en esta puerta de entrada. Se trata de signos pequeños, tallados con atención al detalle, y distribuidos, como es común en época ptolemaica, de forma ordenada y compacta. Hoy os traigo uno de estos textos, situado en la sección izquierda de la entrada al recinto sagrado.

Himno a Mut a la izquierda de la entrada al recinto sagrado de la diosa Mut, en Karnak (foto de Marina Escolano-Poveda).

El texto pertenece a un grupo de himnos llamados snD-n, debido a las palabras con las que comienza cada recitación. El texto se puede dividir en dos partes. En primer lugar tenemos una serie de invocaciones, dirigidas a cuatro tipos de receptores: hombres, dioses, demonios y sacerdotes. En el caso del himno del templo de Mut, las invocaciones están únicamente dirigidas a dioses y diosas. En la imagen las podéis distinguir, a la derecha, por estar encabezadas por el signo de un hombre extendiendo el brazo hacia adelante (A26). En segundo lugar se encuentra el himno propiamente dicho, en el que cada sección comienza con las palabras snD n "Temed a..." (columnas con un pato muerto y la línea de agua) más el nombre del dios o diosa, en este caso Mut, seguido de un epíteto en cada sección. A continuación, para que podamos distinguir cada parte mejor, os pongo los dibujos del texto publicados por Serge Sauneron (el autor de la edición del manual sobre las serpientes que os presenté en el artículo anterior en el blog) en La porte ptolémaïque de l'enceinte de Mout à Karnak. En primer lugar veremos las primeras doce columnas, de las que os ofrezco mi transliteración y traducción (por favor, si copiáis esta traducción en algún lugar, indicad la fuente).

Dibujo a línea del himno a Mut (Fuente: S. SAUNERON, La porte ptolémaïque de l'enceinte de Mout à Karnak (El Cairo: Institut Français d'Archéologie Orientale, 1983), lám. 12.

1) j psD.t ra jmj jAw n mw.t-sxm.t nts jr rmT.w sanx nTr.w

Oh, Enéada de Ra: da adoración a Mut-Sekhmet. Ella es la que hizo a los hombres y la que hizo que los dioses vivieran. 

2) j nTr.w nb.w snD n mw.t-sxm.t nts sHtp ra Hr s.t=f

Oh, todos los dioses: temed a Mut-Sekhmet. Ella es la que apacigua a Ra sobre su trono.  

3) j nTr.wt nb.w(t) j.jr hy n mw.t sxm.t nts Hn.wt nTr.w nb.w

Oh, todas las diosas: haced regocijo para Mut-Sekhmet. Ella es la señora de todos los dioses.  

4) j nTr.w aA.w snD n mw.t nts sxr xft.jw nb(.w) n.w jt=s ra

Oh, grandes dioses: temed a Mut. Ella derrota a todos los enemigos de su padre Ra. 

5) j nTr.w dwA s(j) sHtp=w sw (>sj) jar.t n ra xpr Sf.jt=f jm=s

Oh, dioses que la adoran y que la apaciguan: el ureo de Ra, en el que su reputación se genera. 

6) j psD.t aA.t jmj n=s jA.w snD n=s n tA.wj nb.w

Oh, gran Enéada: da adoración a ella, el terror a ella está en todas las tierras. 

7) j psD.t nDs(.t) jmj jA.w n mw.t Htp=s pr=s mj ra nb

Oh, pequeña Enéada: da adoración a Mut. Ella pacifica pacifica su casa como cada día.

8) snD n mw.t m tA.wj nb.w nts Hn.wt snD nb(.t) Sf.yt

Temed a Mut en todas las tierras. Ella es la señora del miedo y la señora de la majestad. 

9) snD n mw.t jAk.w m tA(wj) nb.w nts dj jA.wt n mr=s

Temed a Mut, ancianos de todas las tierras. Ella da ancianidad a quien la ama. 

10) snD n mw.t m tA(.wj) nb.w nts wD xA.tjw r XAk.w-jb

Temed a Mut en todas las tierras. Ella es la que ordena a los demonios con cuchillos contra los rebeldes. 

11) snD n mw.t m tA(wj) nb.w nts dj xpr Smm m rn=s

Temed a Mut en todas las tierras. Ella es la que causa que el calor (fiebre) se genere en su nombre. 

12) snD n mw.t m tA nb.w nts dj hh m tA.w nb.w xAs.wt nb.w(t)

Temed a Mut en todas las tierras. Ella es la que causa que cada tierra y cada país extranjero esté en llamas.

Dibujo a línea del himno a Mut (Fuente: S. SAUNERON, La porte ptolémaïque de l'enceinte de Mout à Karnak (El Cairo: Institut Français d'Archéologie Orientale, 1983), lám. 12.

13) snD n mw.t m tA nb.w nts ir wD.t n rnp.t snD xft.j

Temed a Mut en todas las tierras. Ella es la que hace la orden del año de temer al enemigo. 

14) snD n mw.t m tA nb.w nts jr Xr.wt rnp.t n xA.tjw=s

Temed a Mut en todas las tierras. Ella es la que hace los requerimientos anuales para sus demonios con cuchillos. 

15) snD n mw.t m tA nb.w nts sxpr Dw.w jA.wt m rn=s

Temed a Mut en todas las tierras. Ella es la que causa que las montañas y todos los montículos se generen en su nombre. 

16) snD n mw.t m tA nb.w nts dj TAw n anx r fnD n mr.wt=s

Temed a Mut en todas las tierras. Ella es la que da el aliento de vida a la nariz de sus amados/subordinados. 

17) snD n mw.t m tA nb.w nts xpr ra Hr wjA=f

Temed a Mut en todas las tierras. Ella es la que genera a Ra sobre su barca. 

18) snD n mw.t m tA nb.w nts mr(.t) jmn Htp=f n mAA=s nts mr(.t) ptH nt m jnb-HD

Temed a Mut en todas las tierras. Ella es la amada de Amón, él está en paz viéndola; ella es la amada de Ptah, que está en Menfis. 

19) snD n mw.t m tA nb.w nts xpr Sf.jt n ra m tA nb.w

Temed a Mut en todas las tierras. Ella es la que genera la majestad de Ra en cada tierra.

20) j snD n=s dwA s(j) zp fd.w zp xmn

Oh, temedla y adoradla, cuatro veces, ocho veces. 
  
21) j nTr.w jm.jw p.t mj (t)n dwA s(j)

Oh, dioses que están en el cielo: ¡venid y adoradla! 

22) j nTr.w jm.jw tA mj (t)n mAA=tn s(j) j(w)=s Htp.t(j) Hr s.t=s

Oh, dioses que están en la tierra: venid y miradla, mientras reposa sobre su trono. 

23) j nTr.w jm.jw dwA.t mj (t)n mAA=tn mw.t j(w)=s […] r Hsq sbj=s

Oh, dioses que están en el Inframundo: venid y mirad a Mut, mientras ella [...] para decapitar a sus enemigos. 

24) j nTr.w im.jw rs.jt mH.tj jmnt.t jAbt.t mj (t)n mAA=tn mw.t j(w)=s […] n=tn wA.wt nfr(.wt)

Oh, dioses que están en el sur, norte, oeste y este: venid y mirad a Mut, mientras ella [...] para vosotros buenos caminos. 

(Transliteración y traducción originales de Marina Escolano-Poveda)

Referencias: 

LEITZ, Ch., Quellentexte zur ägyptischen Religion I: die Tempelinschriften der griechisch-römischen Zeit (Münster: Lit, 2009). Einführungen und Quellentexte zur Egyptologie 2, pp. 17-21.
SAUNERON, S., La porte ptolémaïque de l'enceinte de Mout à Karnak (El Cairo: Institut Français d'Archéologie Orientale, 1983).