Hoy quiero que viajemos al templo de Dendera, uno de mis templos favoritos (ya sabéis que mi especialidad es el estudio de los sacerdotes egipcios de época grecorromana). Si entramos en el pronaos (la famosa sala de columnas hathoricas), podremos ver que su techo está decorado con distintos motivos astronómicos. El pronaos del templo fue construido en época del emperador romano Tiberio, pero la decoración fue realizada en época de Claudio. Uno de los elementos que aparecen en la decoración es éste que veis en la imagen. En el centro podéis ver un gran disco, en cuyo interior aparece un hombre sosteniendo un cerdo por sus patas traseras (aunque parece un perro, se trata de un cerdo, ya que tiene la típica cola rizada de estos animales). La representación tradicional de los eclipses en el Egipto antiguo consistía en un cerdo tragando un ojo, que representaba el disco solar. En esta imagen, la divinidad que sostiene el cerdo está haciendo que escupa el disco, para que termine el eclipse. En este caso, las dos figuras aparecen representadas en el interior del disco simbolizando esta escena. Como os contaba ya en el blog, uno de los fenómenos naturales que impactaron a los egipcios era que las cerdas, al dar a luz y sentirse en peligro, se comían sus propios lechones (un trauma que quienes hayan tenido hamsters comprenderán perfectamente). Tomando esta imagen, la transpusieron a la explicación mitológica del cielo, identificando a la diosa Nut con una cerda, que devora a sus hijos, los cuerpos celestes. En el caso del eclipse, la deidad que sostiene el cerdo hace que éste escupa el disco, y que así la desaparición del sol sea temporal. Podéis leer el artículo al que me refiero aquí: http://egyptologicalbibliophile.blogspot.com/2016/11/era-la-escritura-jeroglifica-una.html
Volviendo a la escena completa, las figuras que aparecen alrededor del disco nos dan más información sobre las circunstancias del eclipse. En los extremos izquierdo y derecho podéis ver un carnero y unos peces. Estas figuras representan las constelaciones de Aries y Piscis (recordad que estamos en época romana, y la astronomía egipcia había incorporado ya en época ptolemaica elementos de procedencia babilónica como el zodíaco). Esto indica que en el momento del eclipse el sol estaba en la región del cielo entre Aries y Piscis. Además, las tres figuras con estrellas en la cabeza representan las horas quinta, sexta y séptima, y el disco está entre la hora quinta y sexta (lo sabemos por los nombres que están escritos sobre sus cabezas). Por último, la figura con cabeza de halcón es el planeta Júpiter, conocido por los egipcios como "Horus que ilumina la tierra".
Con todos estos datos, las fuentes clásicas, y los programas astronómicos modernos, y sabiendo que el techo fue decorado durante el reinado del emperador Claudio (41-54 d. C.), podemos deducir que el eclipse aquí representado fue el que tuvo lugar el 19 de marzo del año 52 d. C. Fue visible en Alejandría a las 12:47 hora de Greenwich.
Para concluir, quiero hacer un apunte que forma parte de las conclusiones de mi investigación sobre la astronomía egipcia en época grecorromana. Pese a que durante mucho tiempo se pensó que en el Egipto grecorromano la astronomía más científica había sido cosa de los griegos, dado que el mayor número de tablas astronómicas conservadas estaba en griego (procedentes sobre todo de Oxirrinco), poco a poco, con la publicación de nuevos papiros demóticos como el que yo he estudiado, podemos ver como la astronomía practicada en el seno de los templos egipcios (y de hecho, parece que muchos de los papiros griegos tienen también su origen en los templos egipcios, ya que los sacerdotes eran bilingües) tenía el mismo grado de complejidad matemática que la que conocemos a partir de los textos griegos. Los sacerdotes astrónomos estaban al tanto de los últimos avances matemáticos en el estudio del cosmos, y contribuyeron a ellos durante la época romana, trabajando desde los techos de los templos, que eran verdaderos observatorios astronómicos. Esta astronomía matemática de carácter avanzado nunca estuvo reñida con la explicación mitológica del cosmos, como podemos ver en las representaciones astronómicas del templo de Dendera. Estas dos explicaciones parecen haberse armonizado filosóficamente como alegorías platónicas, y no debemos olvidar que muchos sacerdotes egipcios de este momento estaban versados en las corrientes filosóficas del momento, como el neopitagorismo o el platonismo alegórico.
PARA SABER MÁS SOBRE DENDERA (y fuente de la imagen): Cauville, S. y M. Ibrahim Ali (2015): Dendara. Itinéraire du visiteur, Leuven-Paris-Bristol, CT: Peeters.