Tuesday 29 December 2015

¿Por qué me miras con esos ojos? Los curiosos jeroglíficos del ataúd de Ini.

Pese a que os escribo desde Luxor, con la montaña tebana en el horizonte, y el cielo volviéndose rojo poco a poco sobre las palmeras, hoy quiero que me acompañéis a las galerías del Museo Egipcio de Turín, donde estuve el pasado verano, entre viajes papirológicos. El museo, recientemente reabierto al público tras una importante reforma, cuenta con la mayor colección de antigüedades egipcias fuera de Egipto. Por ello, es complicado quedarse con unas pocas piezas. Sin embargo, como ya me conocéis, cuando visito un museo me gusta leer las inscripciones que me encuentro, y buscar en ellas detalles curiosos. Por ello, os traigo en esta ocasión el ataúd de Ini:


Ataúd de Ini (Museo Egipcio de Turín, inv. 13268) (Fuente: C. GRECO (ed.), Museo Egizio. Il catalogo ufficiale del Museo Egizio di Torino (Modena: Franco Cosimo Panini, 2015).


Este ataúd, datado en el Primer Periodo Intermedio, procede de Gebelein. Fue descubierto en 1911 por la expedición italiana encabezada por Ernesto Schiaparelli. Como es común en los ataúdes de este periodo, se trata de una caja de madera de forma rectangular, recorrida por una inscripción horizontal en la parte superior de sus paredes, y una línea colocada de forma longitudinal sobre su tapa plana. El motivo por el que traigo aquí este ataúd no es ya el contenido de la inscripción, que es la típica fórmula de ofrenda, sino la forma de los jeroglíficos. En el lateral izquierdo (visto desde su cabecera) del ataúd podemos ver dos ojos, tras los que, en el interior del ataúd, se encontraría la cara del difunto, colocado en decúbito lateral, sobre su lado izquierdo. Los ojos tienen la forma del ojo de Horus, que representa las líneas situadas en torno al ojo del halcón. Esto no parece haber sido comprendido completamente por el dibujante encargado de trazar los signos, que ha representado la parte inferior de ambos ojos mediante una línea contínua ondulada. 

Ojos en el lateral del ataúd de Ini (foto de la autora)

Pasando a la inscripción (me limito a la sección que aparece en la foto del catálogo), su transliteración y traducción son las siguientes: 

Hpt-dj-nswt jnpw tp(j)-Dw=f nb tA Dsr xnt.j sH nTr jmj wt pr.t-xrw t Hnq.t n xtm.tj-bj.tj smr wa.t Hr.j-tp-aA-n-spA.t jmj-ra Hm.w nTr jnj 

"Una ofrenda que da el rey y Anubis, el que está sobre su montículo, señor de la tierra sagrada, el que está al frente del templete del dios, el que está en los vendajes. Una ofrenda invocada de pan y cerveza, para el portador del sello del rey del Bajo Egipto, el compañero único, gran señor del nomo, supervisor de sacerdotes, Ini." (1)

Durante el Primer Periodo Intermedio encontramos una gran variedad de formas artísticas regionales, que se desarrollaron de forma independiente al no existir un estado centralizado. La curiosa forma de los jeroglíficos del ataúd de Ini es un ejemplo de ello. Veamos algunos ejemplos:

- Si observamos la fotografía superior, en la que aparecen los dos ojos, podemos ver el comienzo de la fórmula Htp-dj-nswt, seguida del nombre del dios Anubis, y su epíteto tp(j)-Dw=f "el que está sobre su montículo". La forma del signo tp (D1) es muy curiosa, casi la podríamos calificar como cubista, y seguro que hubiera apasionado a Picasso.

- El signo I9, la víbora cornuda, presenta esta curiosa forma que parece mezclar las orejas del conejo con el cuerpo de una serpiente, y que deriva claramente de una confusión con las protuberancias de la cabeza del reptil:

Víbora cornuda (I9) (Foto de la autora)
- Otro elemento interesante es la forma del signo jn  (W25) en el nombre de Ini. Este signo normalmente es una vasija con dos piernas. En este caso, sin embargo, ha sido reinterpretado como una línea horizontal de la que desciende un pequeño tramo vertical que deriva en una especie de horquilla. Si observáis la primera foto del lateral del ataúd, veréis que allí las dos patitas de la horquilla miran cada una hacia un lado, mientras que en el ejemplo inferior, procedente del lateral opuesto del ataúd, las patitas parece más piernas. Esta horquilla es muy similar a la línea ondulante que aparece debajo de los ojos en el lateral del ataúd.

Nombre de Ini (Foto de la autora)

Cuando uno comienza a aprender egipcio medio, y a familiarizarse con la escritura jeroglífica, memoriza una serie de signos estandarizados que aparecen en las gramáticas de turno (pronto colgaré un post con más información sobre cómo estudiar la lengua egipcia en sus distintas fases). Cuando se sale "al mundo salvaje", es decir, cuando se comienza a trabajar con inscripciones reales, de puño y "signo" de cada escriba, no obstante, uno ha de reconocer los distintos signos en formas en ocasiones alteradas. Conocer las líneas principales de cada signo ayuda también al estudiante a aprender hierático, ya que en esta escritura son estas líneas las que permanecen, obviándose los detalles superfluos. Los escribas, en ocasiones, cambiaban unos signos por otros de formas similares por descuido. En el ataúd de Ini tenemos un ejemplo de ello:

Título Hr(j)-tp-aA-n-spA.t (Fuente: C. GRECO (ed.), Museo Egizio. Il catalogo ufficiale del Museo Egizio di Torino (Modena: Franco Cosimo Panini, 2015)

En la imagen podemos ver el título Hr(j)-tp-aA-n-spA.t "gran señor del nomo", pero el signo aA en lugar de aparecer escrito con el signo O29 aparece con el R23. El título está suficientemente atestiguado como para no cabernos ninguna duda de su lectura. Ambos signos son horizontales y planos, lo que llevó a la confusión. Otro elemento a destacar en este título es la curiosa forma del signo D2, la cara vista de frente, que parece más bien una especie de vasija con asas. 

¿Qué podemos concluir a partir de este post? El estudiante de Egiptología debe enfrentarse a inscripciones de todos los periodos, en todas las fases de la lengua egipcia, de distintas zonas geográficas, y sobre soportes diferentes. A medida que lea más y más textos su cerebro no sólo irá acostumbrándose a los giros de la lengua egipcia, a las expresiones comunes, y al vocabulario, sino que sus ojos también aprenderán a mirar y a reconocer los signos, permitiéndole cada vez más soltura en la lectura. Cuando se enfrente a textos en mal estado, con signos prácticamente ilegibles y partes perdidas, esta experiencia le permitirá anticiparse al texto, aprender a prever qué podría aparecer después, y así reconstruir los fragmentos perdidos, y enlazar los conservados.



(1) Pese a la ubicuidad de la fórmula de ofrenda, tanto temporal, desde el Reino Antiguo hasta la época romana, geográfica, y material, su interpretación es todavía objeto de discusión entre los egiptólogos. Para un interesante análisis de la misma, recomiendo la lectura del artículo siguiente: D. FRANKE, "The Middle Kingdom Offering Formulas: A Challenge" en The Journal of Egyptian Archaeology 89 (2003), pp. 39-57.

Referencias:

BROVARSKI, E., "Two monuments of the First Intermediate Period from the Theban nome", en J. H. Johnson y E. F. Wente (eds.), Studies in honor of George R. Hughes: January 12, 1977 (Chicago: Oriental Institute of the University of Chicago, 1976), pp. 31-41.

Saturday 19 December 2015

Ver soles... (algunas notas sobre una frase del Debate de un Hombre con su Ba)

Hace tiempo que quería escribir una nota sobre la siguiente frase del Debate de un Hombre con su Ba, de modo que aprovecho mi recientemente resucitado blog para ello. Este texto es probablemente el más complejo y difícil de entender de toda la literatura clásica egipcia (Reino Medio), pero al mismo tiempo uno de los más hermosos y poéticos. La frase en cuestión es la siguiente (P. Berlín 3024, cols. 59-60):

Columnas 59 y 60 de P. Berlín 3024, imagen del papiro de Lisa Baylis en R. B. PARKINSON y L. BAYLIS: Four 12th Dynasty literary papyri (Pap. Berlin P. 3022-5): a photographic record (Berlín: Akademie Verlag, 2012) Ägyptische und Orientalische Papyri und Handschriften des Ägyptischen Museums und Papyrussammlung Berlin. Transcripción de James Allen en Middle Egyptian Literature (Cambridge: Cambridge University Press, 2015), pp. 339. El comienzo y final de la frase están indicados por dos líneas rojas. 

La frase se encuentra dentro del tercer discurso del Ba, y su lectura es la siguiente:

nn pr.n=k r Hr.w mA=k ra.w
"No podrás salir hacia arriba y ver soles"

Gramaticalmente, la frase comienza con un perfecto (sDm.n=f) negado con nn, una estructura poco común en egipcio medio, pero que aparece ocasionalmente indicando negación de acción o habilidad en el futuro. La frase sigue con un complemento preposicional formado por la preposición r, que indica dirección hacia, y el sustantivo Hr.w "parte/superficie superior". Está seguida por la forma sDm=f subjuntiva del verbo mAA, cuyo objeto es el sustantivo plural ra.w. La negación nn se aplica también a mA=k, con valor de futuro. Otra posible traducción es considerar la forma mA=k como subordinada (circunstancial) a pr.n=k, expresando propósito: "No podrás salir hacia arriba para ver soles". En cualquier caso, el significado de la frase no varía demasiado. 

Y pasamos pues al análisis de su significado. En este discurso el Ba está defendiendo el disfrute de la vida, tras el discurso anterior del hombre en el que le prometía un enterramiento adecuado para el momento de su muerte (la discusión sobre la alternancia entre la defensa de la vida y la muerte por el Hombre y el Ba es uno de los principales problemas de este texto). Uno de los deseos principales de todo egipcio era disponer de una tumba y del ceremonial funerario adecuado, para poder acceder al Más Allá, como podemos leer en el relato de Sinuhe, cuando éste echa de menos Egipto (B 159-160: ptr wr.t r ab.t XA.t=j m tA ms=k wj jm=f "¿Qué es más importante que unir mi cuerpo con la tierra en la que me diste a luz?"). Según las creencias egipcias, el Ba era la personificación del fallecido en el juicio tras la muerte, y la forma "móvil" del mismo que podía salir de la tumba por la mañana y regresar a ella al anochecer (representado como un ave con la cabeza humana del fallecido). Durante su vida, el Ba formaría parte del individuo, como una especie de "conciencia", que es lo que permite en este texto que el Hombre tenga un diálogo con él. El concepto de Ba, no obstante, es algo muy debatido entre los especialistas (1). 

Volviendo a la frase, lo que aparece expresado aquí es ese movimiento del individuo como Ba fuera de la tumba cada mañana, una especie de renacer diario, paralelo al del sol. El verbo utilizado para expresar la salida del Ba de la tumba es prj "salir", verbo que forma parte del título del que sería el conjunto de fórmulas funerarias principal en el Reino Nuevo, el llamado Libro de los Muertos, cuyo título original en egipcio es el Libro de la Salida al Día (mDA.t n pr.t m hrw). Esta expresión aparece ya en los Textos de los Ataúdes, del Reino Medio (CT IV, 174a). El objeto de la frase, ra.w "soles", hace referencia al Sol como divinidad, ya que aparece escrito con el determinativo divino (G7) (2).

Esto nos lleva a otra sección del Debate, cols. 23-29, en la que se describe el juicio del difunto, escena conocida principalmente a través del capítulo 125 y su viñeta asociada en el 'Libro de los Muertos'. En el Debate el juicio tiene lugar frente al Sol, Ra, en lugar de Osiris, como ocurre posteriormente en el Libro de los Muertos. Thoth es el que juzga al difunto, y aparece referido como Khonsu, en su forma lunar, e Isdes, la plomada de la balanza. Tanto en la frase de las cols. 59 y 60 como aquí podemos ver un énfasis en la asociación del difunto con el sol y su renacer diario. 

Juicio frente a Osiris en el Libro de los Muertos de Hunefer (BM EA 9901,3) © The Trustees of the British Museum.

El estudio de los textos literarios egipcios nos ofrece nuevos puntos de vista complementarios a los expresados en los textos religiosos, que nos ayudan a comprender el pensamiento egipcio antiguo en distintos periodos históricos. Un aspecto muy interesante del estudio de la mentalidad egipcia antigua es el análisis del ámbito intelectual en el que se realizaba la reflexión teológica y se elaboraban los textos religiosos y literarios, que localizamos en las llamadas Casas de la Vida de los templos, lugares de los que apenas tenemos datos. De forma paralela a la producción y copia de textos en el ámbito de los templos, tenemos también una actividad privada de copia y circulación de textos. A este respecto, sabemos que los rollos de la llamada Biblioteca de Berlín, a la que pertenece P. Berlín 3024, debieron aparecer en una tumba en Tebas, y que se debió tratar de la biblioteca privada de un individuo, quizá el mismo que copió Sinuhe B y el Campesino B1 (P. Berlín 3022 y 3023). Esto añade una dimensión nueva al estudio de los ámbitos de producción (¿y reflexión?) intelectual egipcia. Pero esto mejor lo dejo para otro post. 

(1) Véase por ejemplo L. V. Žabkar, A Study of the Ba Concept in Ancient Egyptian Texts (Chicago, IL: The University of Chicago Press, 1968) Studies in Ancient Oriental Civilization 34.

(2) Añado un comentario a raíz de varios comentarios en Facebook preguntándome sobre el porqué de la aparición del sustantivo ra en plural. Según lo interpreto, siguiendo a Allen, Middle Egyptian literature, p. 340, el plural hace referencia a la aparición diaria del sol al amanecer. Un paralelo puede quizás encontrarse en el epíteto real nb xa.w "señor de las apariciones", que hace referencia al rey en su aparición diaria en gloria, como el sol cada mañana. El signo xa, N28, representa al sol saliendo por encima de una colina. 


Referencias: 

ALLEN, J. P.: The debate between a man and his soul: a masterpiece of ancient Egyptian literature (Leiden: Brill, 2011) Culture and History of the Ancient Near East 44. 
ALLEN, J. P.: Middle Egyptian literature: eight literary works of the Middle Kingdom (Cambridge: Cambridge University Press, 2015).
PARKINSON, R. B.: Reading ancient Egyptian poetry: among other histories (Chichester; Malden, MA: Wiley-Blackwell, 2009).
PARKINSON, R. B. y L. BAYLIS: Four 12th Dynasty literary papyri (Pap. Berlin P. 3022-5): a photographic record (Berlín: Akademie Verlag, 2012) Ägyptische und Orientalische Papyri und Handschriften des Ägyptischen Museums und Papyrussammlung Berlin.



Monday 14 December 2015

¿CLEOPATRA, "FARAONA" DE EGIPTO?

He pensado que, a partir de ahora, voy a ir subiendo algunas reflexiones y curiosidades al blog, algunas nuevas, y otras publicadas por mí en Facebook anteriormente, y que por algún motivo u otro creo que merece la pena rescatar. Con motivo de la exposición sobre Cleopatra en Madrid, comienzo hoy con una pequeña nota de hace unos meses sobre el término "faraona", ampliada y corregida. 

Fuente: R. GOSCINNY (guión) y A. UDERZO (dibujos): Astérix y Cleopatra (París: Hachette Livre, 1965). 

Pero antes unos comentarios previos sobre el término masculino "faraón". Esta palabra procede del egipcio pr-aA, cuyo significado es "casa grande", y originalmente era utilizado para referirse al palacio real. A partir de mediados de la XVIII dinastía, y generalmente en neoegipcio, el término comenzó a emplearse para designar a la persona del rey. No obstante, no es hasta el reinado de Sheshonq I en que encontramos el término pr-aA utilizado delante del nombre del monarca, como "faraón x", y en la XXII dinastía aparece por primera vez en un cartucho. Es precisamente durante la primera mitad del primer milenio a. C., en torno al s. VII a. C., cuando se comenzó a poner la Biblia por escrito, y en ella encontramos el término פרעה utilizado delante del nombre del rey egipcio. Es principalmente a través de esta tradición cultural judeocristiana como el término llegó hasta nosotros, a través de la Septuaginta (φάραω) y de las traducciones latinas de la Biblia, incorporándose al vocabulario de las lenguas romances. 

Con respecto al término femenino "faraona", al margen de la broma de que Lola Flores sea "la Faraona" por excelencia, cabe decir que esta palabra no es una invención moderna, sino que existió en Egipto en la Antigüedad. El término pr-aA en femenino, como pr-aA.t, aparece en época grecorromana, en demótico, para referirse a las reinas de la dinastía ptolemaica, como traducción del término griego βασίλεια, por lo que llamar a Cleopatra "faraona" no sería incorrecto (aunque yo, personalmente, prefiero utilizar "reina"). En periodos anteriores de la historia de Egipto tenemos los términos jty.t "soberana" o nsw.yt "reina". En literatura demótica el término pr-aA.t aparece utilizado para designar a la reina de las Amazonas, Serpot, en el cuento demótico "Egipcios y Amazonas". En la imagen puede verse subrayada la frase srp.t tA pr-aA.t n pA-tA-nA-sHm.wt "Serpot, la reina de la Tierra de las Mujeres" (P. Wien D 6165, col. 2, línea 8). 

Fuente: F. Hoffmann, "Göttinnen, Königinnen, Amazonen. Kriegerische Frauen im Alten Ägypten", en Antike Welt 5 (2010), p. 24.

En el Archivo de Hor, que data de mediados del s. II a. C., se usa para designar a Isis como "reina de la totalidad": As.t tA pr-aA.t n tm(?) nb (O. Hor 10, línea 16, subrayada en rojo en la imagen).  Cabe destacar que es muy interesante el uso de este término en este texto, ya que los himnos a Isis del Archivo de Hor son los primeros ejemplos de himnos a esta diosa escritos en demótico. Los himnos a Isis, generalmente conocidos como aretalogías de Isis, fueron un género de literatura religiosa muy popular en época grecorromana, y contamos con un gran número de ejemplos en lengua egipcia, pero sobre todo en griego. Es posible que el uso del femenino pr-aA.t en este texto esté influenciado por los textos documentales, en los que, como se ha indicado arriba, se empleó este término para traducir el griego βασίλεια.

Fuente: H. Kockelmann, Praising the Goddess: a comparative and annotated re-edition of six Demotic hymns and praises addressed to Isis (Stuttgart: Teubner, 2008), AfP 15, p.12, fig. 3.


Referencia:

OSING, J., "Pharaoh", en W. HELCK y E. OTTO (eds.), Lexikon der Ägyptologie: Band IV (Wiesbaden: Otto Harrassowitz, 1982), col. 1021.